El Gobierno argentino ha decidido establecer un plazo mínimo de 180 días para que los depósitos de capitales extranjeros que ingresen al país puedan ser retirados y devueltos a sus países de origen. La medida, que fue anticipada por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y que será instrumentada por decreto a partir de la próxima semana, se dispuso "para evitar o desalentar el ingreso de capitales especulativos, a corto plazo, que no tengan que ver con el comercio exterior o la inversión".
Según el balance del Banco Central argentino, el ingreso de fondos a corto plazo aumentó de 526 millones de dólares en febrero a 950 millones de dólares en mayo, casi el doble de la mayor cantidad registrada durante 2002. Lavagna justificó la intervención como un mensaje a los especuladores, "para que se entienda que los capitales golondrina [especulativos] no son compatibles con la economía argentina".
La conversión de los dólares ingresados y depositados en pesos a plazos que no superan los 30 días y a tipos de interés que triplican los de las plazas más seguras, para luego volver a comprar dólares a un valor todavía más barato, era uno de los negocios financieros de moda en los últimos meses en Argentina.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de junio de 2003