Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

Aclaración

Sirvan estas líneas para expresarle mi sorpresa por el uso que se ha hecho en el artículo titulado El veto a una sede eléctrica en Cataluña, publicado en el diario que usted dirige, de unas declaraciones realizadas por mí al autor del citado artículo. Me asombra cómo el resumen de la trayectoria de Repsol YPF durante los últimos años, que expliqué al citado periodista en un contexto puramente financiero y empresarial, se ha convertido en uno de los ejes sustentatorios de un relato de presuntas intrigas políticas, ajeno al espíritu de la información económica, basada en datos objetivos, nunca en juicios de valor, más propios de otras instancias.

Se han utilizado presuntas declaraciones mías, sacadas de ese contexto puramente empresarial, para armar en un rompecabezas -ajeno a lo que yo pudiera expresar- las tesis sostenidas en el citado artículo.

Así, por ejemplo, se pone en mi boca la siguiente afirmación: "Los auditores nos advierten de que si no firmamos una carta con el compromiso de vender un paquete de Gas Natural para generar liquidez no firman la auditoría". Desconozco cómo pudo entenderse algo así, ya que, como creo es sobradamente conocido, los auditores firman estados contables presentes y no avalan expectativas o compromisos futuros de las compañías.

En relación con lo anterior, se afirma también que "Repsol se ve obligada a desprenderse del 23% de Gas Natural para lograr liquidez y hacer frente a las dificultades de tesorería causadas por la crisis argentina". Esta afirmación es inexacta, ya que Repsol YPF nunca ha tenido problema alguno de tesorería. Para darle idea de ello, le indico que, a 30 de abril de 2002, días antes de la venta del paquete de Gas Natural, nuestras disponibilidades financieras superaban los 5.700 millones de euros.

En otro orden de temas, pero no por ello menos importante, resulta especialmente significativo que se mencione, de forma destacada y refiriéndose a la OPA sobre Iberdrola, una frase mía entrecomillada, con el texto siguiente: "Sin hostilidad y con la oposición del Gobierno habríamos hecho la operación".

Los lectores del diario EL PAÍS, que usted dirige, deberían saber que ese entrecomillado, que tiene una intencionalidad que a nadie se le escapa, no es en realidad más que el fruto de una sesgada interpretación con la que el autor del reportaje resume, sin cotejar posteriormente con su interlocutor, es decir, conmigo, muchos minutos de conversación. Una conversación en la que yo me limité a señalar que para Repsol YPF el problema de viabilidad de la OPA no radicaba en el Gobierno, tal y como se sugería, sino en su carácter hostil, la situación de los mercados y la falta de estudio de aspectos regulatorios, factores todos ellos que resultaban definitivos para su posible éxito.

Creo que cualquier lector de su diario que hubiese estado presente en la entrevista habría sacado una conclusión totalmente distinta al fundamento del citado artículo. Habría deducido que los obstáculos para el triunfo de la OPA no eran de naturaleza política, sino de carácter estrictamente económico, como así lo entendieron los mercados en su día.

Finalmente, debo decirle que el artículo contiene, en lo que a menciones a mi persona respecta, otras inexactitudes que eludo citar por no ser demasiado prolijo.

Reciba usted mi queja, que espero sabrá comprender, dada la importancia de su medio y la gravedad de los contenidos que se me atribuyen fuera de su contexto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de junio de 2003