Por una vez los dirigentes nacionalistas han dicho la verdad: en la campaña electoral sus propuestas se basaron en la aplicación del Plan de Ibarretxe. Ya han empezado a hacerlo en el Ayuntamiento de Bilbao. Se han elegido 47 vocales en las sociedades municipales y vemos que la ex-coalición PNV-EA tienen 39 vocales e IU los ocho restantes. Los grupos de la oposición, PP y PSE, que obtuvieron 6.200 votos más que la coalición PNV-EA en Bilbao, quedan excluidos de todos los órganos. Un calco del plan Ibarretxe: excluir a quien piensa diferente.
Con esto queda demostrado que al equipo de gobierno nacionalista le gusta que no exista la oposición. Que no exista quienes no le dicen amén a todo y quienes, con argumentos, le pueden replicar. Ahora me gustaría saber si a Azkuna y compañía se les va a llenar la boca hablando de la pluralidad bilbaína, o si Madrazo -Julia o Javier, tanto monta, monta tanto-, van a seguir diciendo que hay que incentivar la participación ciudadana. ¿Van a hacer gestoras o algo parecido para que la oposición pueda decir algo en las sociedades municipales
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de junio de 2003