A pesar de que los ciudadanos tenemos muchas veces la sensación de que los partidos sólo se dedican a criticarse y a replicar casi todo lo que ha dicho el otro, también hay ocasiones en que demuestran que trabajan para mejorar nuestro bienestar. Un ejemplo de este entendimiento lo hemos tenido esta semana, en la que se ha aprobado la ley catalana de la familia. Esta norma de ayuda a las familias es de una gran importancia, sobre todo si pensamos que afectará a 60.000 familias catalanas. Pero además, esta ley significa un gran paso en el reconocimiento de las parejas homosexuales.
Otra vez Cataluña es pionera en el avance de este largo recorrido que significa la equiparación de derechos de todos los ciudadanos.
Quisiera agradecer que haya sido el Gobierno de Convergència i Unió el que haya impulsado la creación de esta ley. Por último quería manifestar que pese a que esta ley es un indudable paso positivo hacia la igualdad, todos los catalanes tenemos que ser conscientes de que no podemos quedarnos aquí y debemos intentar dar otro paso más planteando la posibilidad del matrimonio en las uniones homosexuales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de junio de 2003