Los inversores continúan sopesando los pros y los contras de la actual coyuntura económica y su posible repercusión en los mercados de valores. La actitud más dinámica de las autoridades monetarias de Estados Unidos permite a los analistas esperar una reacción de aquella economía en los próximos meses, mientras que en Europa el proceso puede ser mucho más lento, aunque en uno y otro caso todo se reduce a una cuestión de simples expectativas.
La confianza de los analistas en una recuperación más o menos inminente no encuentra respuesta entre los consumidores, que siguen viendo el panorama en tonos más grises. El índice de confianza de los consumidores descendió 2,4 puntos en junio en Estados Unidos, a pesar de que en el mes anterior los ingresos personales crecieron el 0,3% y animaron discretamente el consumo, al incrementar los gastos un 0,1%. Si las bolsas han estado subiendo en las últimas semanas debido a la menor percepción de riesgo por parte de los inversores, el contraste con la percepción de riesgo de los consumidores es evidente y ofrece una versión contradictoria.
Con estos planteamientos, la actividad en los mercados de valores descendió un poco más y la sesión resultó bastante floja. El Ibex 35 subió el 0,37%, pero en el conjunto de la semana cede el 1,57%, lo que le lleva a cerrar por debajo de los 7.000 puntos. La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.771,67 millones de euros, con más de un tercio del total obtenido mediante operaciones institucionales.
En Estados Unidos la situación no era mejor, puesto que el Dow Jones mostraba cierta tendencia al estancamiento mediada la sesión, con un avance de sólo el 0,03% achacable a la inesperada caída en la confianza de los consumidores.
Las bolsas europeas también tuvieron resultados débiles, con un avance del 0,18% en París y del 0,65% en Londres, al tiempo que Francfort ganaba el 0,11% poco antes del cierre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de junio de 2003