Luis García Berlanga confesó el jueves, en el III Ciclo de Cine sobre el Automóvil, que su nula destreza en el manejo de coches le llevó a comprarse en el mercado ilegal el permiso de conducir. "Es la única ilegalidad que he cometido en la vida", aseguró. El ciclo se clausuró ayer con las actrices Asumpta Serna y Natalia Méndez y los directores Agustín Díaz-Yanes y Manuel Gutiérrez Aragón, moderados por el periodista Luis del Olmo.
"En mi cine tan sólo sale un motocarro en Plácido, que, al fin y al cabo, tiene motor y ruedas", comenzó su alocución Luis García Berlanga en una mesa moderada por el crítico teatral Marcos Ordóñez. "Cuando llegué al examen de conducir, que era por el Retiro, me senté en el asiento del copiloto, que es como me había enseñado un amigo, y el examinador me dijo: '¡Pero qué hace!'. Luego me dijo: 'todo de frente', y aunque yo sabía que en las glorietas hay que girar, le hice caso y seguí de frente. Al ingeniero le dio tanto miedo que se bajó del coche y volvió andando", contó.
"Yo soy consciente de que no trato bien a los actores", afirmó el director. "Como dijo una vez Alfredo Landa, 'Berlanga es un hijo de puta, pero si me llamara para una película acudiría corriendo", continuó el realizador, que siente predilección, "en versión femenina, por Conchita Velasco, y en la masculina, por Santiago Segura", dijo, antes de añadir a la lista a José Luis López Vázquez. Habló sin tapujos afirmando que "detesta" a los actores de método. "Me gustan los actores de tripa, los de antes. No entiendo eso de tener que acordarte de tu abuela muerta para llorar", añadió.
De la profesión de actor siguieron hablando ayer Asumpta Serna, Natalia Méndez, Agustín Díaz-Yanes y Manuel Gutiérrez Aragón, moderados por Luis del Olmo. "La primera vez que vi cómo se rodaban escenas dentro de un coche me impresionó. No sé cómo los actores pueden actuar. Eso parecía el camarote de los hermanos Marx. Se metieron el de sonido, el operador, el ayudante...", contó Natalia Méndez. De condiciones difíciles durante los rodajes habló también Assumpta Serna: "Recuerdo una vez, rodando Coto de caza, que estaba medio desnuda con un frío horrible en medio de un bosque y con una escopeta, o en Nostradamus, que rodamos en un estudio búlgaro de la dictadura lleno de ratas".
"Es muy complicado iluminar", señaló Manuel Gutiérrez Aragón. "Además, se suelen poner los coches en una plataforma rodante de ruedas bajitas y siempre están por encima de los demás automóviles".
Luis del Olmo saltaba de un tema a otro sorprendiendo a los integrantes de la mesa: "¿En qué coche viajaría Dios?". "En un hispano-suizo, el coche en el que viajaban antes los toreros con un botijo encima", le contestó Díaz-Yanes. "¿Rodarías una película del circo de la Asamblea de Madrid?", le preguntó a Gutiérrez Aragón. "No, cuando hay problemas tan graves y perversos la realidad es mejor. Hay que leer los periódicos y oír la radio. Tendrán que pasar 15 años para que los hechos se conviertan en materia novelable".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de junio de 2003