Rafael Simancas detalló ayer, durante su discurso de investidura en la Asamblea de Madrid, las razones que le llevan a pensar que el PP está detrás de la trama de intereses inmobiliarios que, según sostiene, ha provocado la deserción de las filas del grupo socialista de los diputados Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. Su exposición de los hechos acabó con un ataque a las filas del PP: "Los corruptos estaban en el PSOE y ya no lo están. Los presuntos corruptores estaban y siguen estando en el PP, que los ampara y defiende, además de beneficiarse de sus actos".
Tras hacer el diagnóstico de la situación, Simancas volvió a reiterar que rechaza la investidura como presidente con los votos de los tránsfugas: "Tras el 10 de junio, sólo tengo una firme determinación: trabajar para que los cheques no derroten a las urnas". Ayer propuso algunas fórmulas para permitir que los parlamentos, con el apoyo de una mayoría cualificada, puedan expulsar a diputados por "indignidad". Y relató, "para que tomen buena nota los especuladores", sus propuestas de política urbanística. La portavoz del grupo popular, Esperanza Aguirre, acusó al candidato socialista de lanzar "insidias sin pruebas" y de "utilizar la Asamblea de Madrid para lavar los problemas del PSOE".
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El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, decidió ayer apartar de la investigación de la supuesta trama a la Fiscalía de Madrid. Al mismo tiempo, declaró competente en el caso a la Fiscalía Anticorrupción, pero, de momento, no le permite iniciar los trabajos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de junio de 2003