"En los pueblos el tema de las escuelas de verano funciona mejor", apunta Encarna Salvador, vicesecretaria de FAPA-Valencia. Y para muestra un botón: la concejalía de Educación del Ayuntamiento de Benetússer (PSPV), a través del servicio psicopedagógico, programa 350 plazas para niños de 3 a 11 años, y otras 100 para los de 12 a 16, para 15 días en horario matinal, dos días completos de excursión y una noche fuera de casa... Todo por el módico precio de 12 euros. La escuela de verano, para la que se acondiciona un centro público, se saca a concurso, y el peso de la financiación lo lleva el presupuesto municipal. Las plazas han aumentado de año en año, y en la medida de lo posible, se han admitido niños de otras poblaciones y se ha tenido en cuenta a los de padres que trabajan en el municipio aunque no vivan en él.
Además de talleres de alfarería u orfebrería, se presta atención a la integración de niños inmigrantes, con juegos interculturales, por ejemplo, o a los que tienen alguna discapacidad, con monitores preparados para atenderles. Y mima el contacto con la realidad del pueblo, organizando salidas para que conozcan de cerca a la banda de música, el funcionamiento de una fábrica...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de junio de 2003