La sede del colegio de Abogados, inaugurada el pasado año, tenía un contencioso pendiente que se ha saldado. La constructora Dragados quiso incrementar de 5,4 a 11,4 millones de euros (de 900 a 1.900 millones de pesetas) el coste de la obra. Un comité de expertos aceptado por las partes ha dictado un laudo por el que invalida cualquier reclamación de la constructora.
Inicialmente, la construcción de la sede del Colegio de Abogados se adjudicó a Fomento de Construcciones y Contratas. Pero, tras lo que el Colegio consideró incumplimientos del acuerdo, se rescindió el contrato y los abogados fueron indemnizados después de un pronunciamiento judicial. Superada esa eventualidad, Luis Miguel Romero Villafranca, decano de los abogados valencianos en aquel momento, suscribió un contrato de precio cerrado y llaves en mano con la constructora Dragados.
Según explica Romero Villafranca, Dragados empezó a dilatar la ejecución de las obras sin que existieran razones para ello y trataba de imputar el coste de esos retrasos al Colegio de Abogados. Así las cosas, y para desbloquear la situación, Romero Villafranca propuso que un comité de expertos de reconocido prestigio, aceptados por ambas partes, revisaran el asunto y decidieran si el colegio debía o no pagar un sobrecoste de 6 millones de euros (1.000 millones de pesetas).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de junio de 2003