La implantación de puntos de acceso inalámbrico a Internet se duplica en un año y amenazan a las 'telecos' tradicionales. Los expertos advierten de que podría crearse una nueva 'burbuja'
La tiranía del cable ha terminado. Una nueva tecnología conocida como wi-fi (acrónimo de wireless fidelity) permite acceder a Internet sin necesidad de hilos, y es 200 veces más rápida que un módem. Hay algo más: estas redes utilizan una banda del espacio radioléctrico no regulada, lo que significa que no hace falta tener licencia para ofrecer el servicio. La comodidad de la oferta, la rapidez del acceso y el hecho de que no haya barreras legales para ofrecerlo ha provocado que, en el último año, se haya duplicado el número de redes inalámbricas.
En España, la tecnología comienza a desplegarse en hoteles, salas VIP de aeropuertos, oficinas de grandes empresas y recintos feriales. Aunque el precio y el tiempo en que se tarda en implantar estas redes depende de muchas variables, un hotel de 150 habitaciones debe invertir alrededor de 25.000 euros, y tarda unas tres semanas en tener la red operativa.
Las redes wi-fi tienen un mercado natural, los ejecutivos en viaje de negocios, y por eso se están desplegando en los lugares donde se supone que están estos clientes: las oficinas y los lugares de tránsito público, como hoteles o aeropuertos.
En los últimos meses, los proveedores han detectado un aumento de la demanda que, en algunos casos, llega al 20% mensual. Pero los expertos advierten de que hay que contener la euforia: tan sólo el 10% de los europeos tiene ordenador portátil.
Lo que nadie duda es que, a diferencia de lo que ha ocurrido tradicionalmente en el sector de las telecos, este mercado no lo domina nadie, y amenaza además con comerse parte del negocio de cableado tradicional de las ya maltrechas operadoras. Algunos analistas han llegado a asegurar, incluso, que el wi-fi podría acabar con la telefonía móvil UMTS, algo que niegan las compañías del sector.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de junio de 2003