Fiat, símbolo del modelo industrial turinés y primera multinacional de su país, no levanta cabeza y acaba de anunciar su segundo plan de ajuste en ocho meses. La nueva reestructuración, que contempla 12.300 despidos, el cierre de 12 fábricas y una ampliación de capital de 1.842 millones de euros, relega a 2006 el retorno a los resultados positivos del grupo.
El acelerado deterioro del imperio de la familia Agnelli, pese a haberse desprendido ya de varios de sus más preciados activos (aeronaútica, aseguradoras y bancos), ha llevado a otras multinacionales italianas como Telecom Italia, Alenia o Pininfarina, y al gobierno regional del Piamonte, a promover un nuevo modelo industrial cuya competitividad esté menos hipotecada a los costes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de junio de 2003