Apenas llegado al poder Aznar puso al frente de Telefónica a su compañero de pupitre en el colegio. Más adelante, Álvarez Cascos le obligó a meterse en terrenos mediáticos que han resultado ruinosos. Ahora son 15.000 los trabajadores que pierden su empleo y probablemente su vida laboral. Aznar, Cascos y Villalonga no tienen ninguna culpa.
Villalonga sacó además como premio 4.000 millones de pesetas. Así va España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 30 de junio de 2003