El portavoz del PNV, Joseba Egibar, vio derrotada el lunes en la ejecutiva de ese partido su posición partidaria de aplazar el proceso en el que debe abordarse la renovación de su ejecutiva y de prorrogar el mandato de Xabier Arzalluz al frente del partido. Egibar sugirió hace diez días en una entrevista la conveniencia de mantener a Arzalluz -a la vista del difícil momento político vasco y de los desacuerdos internos sobre el plan Ibarretxe, cuya existencia descubrió él mismo-, pero la ejecutiva peneuvista, que ha debatido el tema en sus dos últimas reuniones, decidió anteayer mantener el calendario previsto y abordar la renovación en enero próximo. La referencia pública de Egibar a esas sensibilidades internas contrarias o temerosas del plan del lehendakari causó malestar en la ejecutiva del partido.
Finalmente, en la reunión del lunes se impuso la postura de quienes desde la cúpula del PNV y del Gobierno autónomo, incluido el propio lehendakari, apostaron por mantener el calendario previsto.
Con todo, fuentes de la ejecutiva peneuvista no descartan aún que Arzalluz pueda repetir en el cargo si las asambleas locales le proponen, lo que, afirman, "puede ocurrir". En ese caso, "será él quien decida, porque nadie se le opondrá", afirman esas fuentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de julio de 2003