Un inmigrante tarda en tramitar en Madrid su permiso de residencia seis veces más de los plazos que marca la ley, según denunció ayer el sindicato Unión General de Trabajadores (UGT).
"Los expedientes de extranjería, que deberían resolverse en un plazo legal máximo de tres meses, están tardando entre 11 y 18 meses como mínimo, según los casos", explicó ayer Fernando Crespo, responsable de inmigración del sindicato.
La razón de estas demoras está en que la Delegación del Gobierno no ha abierto aún la Oficina de Extranjería en Madrid, comunidad que acoge al 28% de la población inmigrante de España. "Prometieron una oficina en la calle de Bretón de los Herreros antes de junio de 2003. Estamos en julio y los inmigrantes siguen peregrinando de oficina en oficina para resolver su situación", señala Crespo.
Según el sindicato, ningún representante de la Administración central de Madrid se ha responsabilizado de los retrasos, que afectan a unas 150.000 personas al año.
Treinta y siete provincias españolas tienen oficinas de extranjeros. Estos órganos fueron creados por el Estado para disponer de recursos humanos y medios materiales suficientes y coordinar los asuntos de extranjería.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de julio de 2003