El local es angosto y poco lujoso, pero acogedor y muy agradable. Y su propietario, José María Muñoz, un profesional serio que a base de constancia y sensibilidad, en pocos meses ha conseguido prestigiar este rincón centrado en la comida murciana.
Las verduras de las huertas de esta privilegiada Comunidad, sus salazones de pescado, sus deliciosos embutidos y sobre todo sus arroces, salen a relucir en la breve carta de esta casa de comidas que se ha convertido en una dirección singular que se confían en secreto algunos gastrónomos iniciados. Y no es para menos.
Cualquiera de sus grandes especialidades, que se preparan en paella metálica, justifican por si solas la visita. Arroces ligeros, desprovistos de grasa, que llegan a la mesa con el grano suelto presumiendo de sabores muy nobles.
Ventorrillo Murciano
Tres Peces, 20. Teléfono: 91 5288309. Cierra domingos noche y lunes. Precio entre 25 y 30 euros.
En Ventorrillo Murciano merecen la pena el arroz de verduras, el viudo (verduras con bacalao), el de conejo con caracoles, y el de carabineros con gambas. Es una verdadera lástima que en un lugar así no se prepare a diario el suculento arroz al caldero. Para empezar, un amplio surtido de aperitivos y raciones.
Es suculento el surtido de embutidos caseros, agradable la ensalada de tomate con bacalao desmenuzado y muy fino el zarangollo (pisto de calabacín), perfumado con orégano.
De postre, pan de Calatrava y natillitas de cacao. Y para beber, una lista de vinos que lógicamente aparece acaparada por las espléndidas marcas de Yecla y Jumilla. Lo que no vale nada es el chupito de moscatel obsequio de la casa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de julio de 2003