"Un gran proyecto para trabajar por la cultura de la paz". De esta forma, el ex presidente de Portugal Mario Soares mostró ayer su apoyo a la celebración del Fòrum 2004 tras conocer los detalles del evento a través del alcalde de Barcelona, Joan Clos. "Es una oportunidad de conciliar las cuestiones políticas y sociales con el mundo del arte y la cultura", añadió Soares.
El ex mandatario portugués, que participó en un encuentro organizado por la Fundación Cataluña-Portugal, también destacó la necesidad de intensificar los lazos entre catalanes y lusitanos sin que por ello se deban sacrificar las relaciones con el Gobierno central. "Ha de producirse una convergencia de esfuerzos entre España y Portugal para ofrecer acciones comunes", aseguró Soares.
Estas relaciones pasan por fortalecer el papel peninsular dentro de la Unión Europea, pero también en el ámbito iberoamericano. "España y Portugal se necesitan mutuamente por sus lazos con los países latinoamericanos. Porque uno de los mayores estados, Brasil, es de habla portuguesa", recordó el ex presidente.
Soares estuvo acompañado por el presidente del PSC, Pasqual Maragall. El líder de los socialistas destacó que Cataluña y Portugal, de las que dijo que son "dos formas diferentes de vivir dentro de la península", deben contribuir a fortalecer el papel de los países del Mediterráneo. "Pensamos en una península que no sea unipolar ni radiocéntrica; por ejemplo, apostamos por mantener una estrecha colaboración entre Cataluña y Portugal", afirmó Maragall.
La Fundación Cataluña-Portugal presentó ayer el Fórum de la Comunicación Social, que tiene el objetivo de favorecer el conocimiento entre las culturas catalana y portuguesa, y facilitar el debate entre sus periodistas. El primer acto de esta iniciativa, organizado junto con la Fundación Oriente, se celebrará el próximo mes de septiembre en el convento de Arrábida (Portugal). En esta ocasión, el tema será la localización e importancia de los centros de poder en la península Ibérica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de julio de 2003