Que el alcalde de Madrid encargase un informe sobre duplicidad de cargos es aleatorio. Se suele hacer para dar trabajo a los técnicos. Que haya infinidad de conversaciones telefónicas entre dirigentes populares y tránsfugas populares es habitual. Que en un Estado de derecho se presente candidatura alternativa a la presidencia de la Asamblea de Madrid es también sorprendente. Que el Tribunal Superior se pronuncie como se ha pronunciado o el fiscal general actúe con la diligencia propia de su carácter y sus "deudas patronales" pues también.
El resultado: que la Mesa de la Asamblea dirige la vida política y el quehacer diario, y sobre las comisiones, su contenido, su composición... El desenlace: nadie gobierna la Comunidad. Nadie tiene mayoría. No, perdón. El PP sí tiene mayoría y está conciliando sus votos con los de sus tránsfugas. ¿Por qué no se presentan a la investidura? Porque los madrileños les importamos nada y menos. Lo que les interesa es desgastar para que nos quedemos en casa. Pero desgastan la democracia, no a un contrincante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de julio de 2003