Las tropas de Estados Unidos tienen a unos 2.300 presos hacinados en Bagdad. Viven amontonados a 50 grados de temperatura, con escaso alimento y poca agua, sin acusaciones, sin abogados y sin posibilidades de contactar con su familia. Así lo denuncian presos entrevistados en la capital iraquí y trabajadores de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, que consideran especialmente cruel el caso de un niño de 11 años que estuvo tres semanas encarcelado por orden del mando estadounidense.
"Las condiciones pueden considerarse inhumanas, crueles y degradantes", asegura Elizabeth Hodgkin, representante de Amnistía Internacional en Bagdad.
MÁS INFORMACIÓN
El aeropuerto internacional de Bagdad se ha convertido en el lugar de encarcelamiento de casi 2.000 presos. La prisión de Abu Ghraib tiene entre rejas otros 350, según los cálculos de Amnistía. No tienen cargos ni abogados, y las familias no han sido avisadas de su detención. Qies Mohamed, por ejemplo, acababa de regresar de 27 años de exilio cuando fue detenido al encontrarse atrapado en un tiroteo en Bagdad. "Me acusaron de asesinato y pasé 33 días en la cárcel en condiciones inhumanas. Un día me dijeron 'lo sentimos' y me dejaron tirado en la calle", relata. "El tratamiento que están recibiendo es inaceptable y está por debajo de los requisitos mínimos que exige la comunidad internacional", dice la representante de Amnistía en Bagdad.
El presidente de EE UU, George Bush, autorizó el jueves la celebración de los seis primeros juicios militares a presos de Al Qaeda en Guatánamo. El ex presidente iraquí, Sadam Husein, por su parte, apeló ayer a la resistencia contra el invasor en un supuesto mensaje difundido por la cadena de televisión Al Yazira. Sadam anunció la creación de una red de células de resistencia y yihad contra el enemigo estadounidense.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de julio de 2003