En las páginas de Cataluña del 20 de junio vuelven a dedicar más de un cuarto de página a Toni Sala. Es probable que sin el éxito mediático de su anterior y tramposa novela Crónica de un profesor de secundaria, hoy no sería noticia la publicación de otra obra suya.
Hay pues que reconecer a Sala un doble éxito. Las falseadas aventuras del buen profesor de secundaria le han reportado un buen aumento de ventas y a la vez ha contribuido a la contrarreforma educativa. Su visión deformada de la LOGSE ha animado a todos los que abonan la triste Ley de Calidad (?) Educativa. Una ley que si se aplica como está escrita retrotraerá nuestro sistema educativo a la década de 1960, con gran regocijo de quienes prefieren una enseñanza segregadora y, sobre todo, de los titulares de los centros privados, que ven aumentados sus ya importantes privilegios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de julio de 2003