Es Mariella Devia mucho más una cantante de ópera que una liederista. Seguramente por ello su programa de anteayer en A Coruña con acompañamiento de piano mantuvo una vinculación permanente con autores del teatro lírico italiano. Rossini, en el contexto de las soirées musicales, en primer lugar, con hallazgos de alto calado en La pastorella delle Alpi o La gita in gondola, que no evitaron la sensación general de monotonía, de no interiorización de la soprano en estas canciones. La temperamental pianista de Pésaro Rosetta Cucchi luchaba contra el pase de las páginas de las partituras, pero conseguía crear la atmósfera apropiada, y Mariella Devia desplegaba su profesionalidad a prueba de bombas, con una seguridad y unos recursos técnicos envidiables.
Festival Mozart
Mariella Devia( soprano). Con Rosetta Cucchi (piano). Canciones de Rossini, Donizetti y Verdi. Festival Mozart. Teatro Rosalía de Castro. La Coruña, 4 de julio.
El recital fue a más y más, y después de una pulcra inmersión en Donizetti, alcanzó con Verdi un nivel superlativo, en todas y cada una de las canciones elegidas. La soprano italiana cantó con partitura, y eso introduce un elemento de distancia. En las propinas, sin embargo, Mariella Devia se desmelenó, entre otras razones porque la ópera demanda otros comportamientos. Los fragmentos de La rondine y de Musetta de La bohème, de Puccini, o el de Linda de Chamounix, de Donizetti, encendieron la sala. Mariella Devia cantaba con inteligencia, con dominio del estilo, con temperamento, con carácter. No tiene unos medios maravillosos, pero sí un concepto de la interpretación impecable y es envolvente y magnética.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de julio de 2003