Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Crítica:SAN FERMÍN | LA LIDIA

Bolivar sale a hombros

Los astados desiguales de presentación de Miranda de Pericalvo fueron manejables en la primera novillada de San Fermín. Dieron juego y de los espadas sólo uno supo aprovechar la muy aceptable condición de las reses. Ése fue el joven colombiano Luis Bolívar, quien triunfara en Madrid por San Isidro, que acertó templando muy bien a su sexto toro en tres series por derechazos, añadiendo a esto largura y ligazón. En su primero, después de dos estatuarios y dos pases por alto con mucho empaque, instrumentó con ambas manos una faena muy aceptable, por encima de sus compañeros.

El primer espada, Francisco José Palazón, quiere poner sobre la arena mucho empaque, posturas de salón, sin embargo tanto a su primer novillo como a su segundo no dejó de ahogarles. Toreó excesivamente en corto y sin dar salida a los animales. Está verde y le falta encontrar el sitio a los toros.

Javier Solís en su primer novillo dejó patente que sabe templar, no obstante adolece de dejarse tropezar la muleta. Su segundo, quinto de la tarde, era un novillo para haberle cortado las orejas. Empezó doblándose muy bien con el bicho, pero todo lo que vino después, tres series de naturales y dos de derechazos, no poseían la calidad que el toro estaba pidiendo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de julio de 2003