Nuestra admiración, agradecimiento y reconocimiento a los bomberos del parque de Sant Cugat-Rubí. Eduardo y Rafael nos so-corrieron en algo aparentemente tan nimio como neutralizar un avispero en el interior de nuestro domicilio entre unos libros. No sólo resolvieron el problema, sino que nos dieron una lección de saber hacer, de cordialidad y, sobre todo, de ciencias naturales. Nos dieron una clase práctica sobre el comportamiento de estos insectos que para sí quisieran muchos escolares. No admitieron ningún tipo de compensación, haciendo de su comportamiento un ejercicio de elegancia y discreción, de las que tan faltos estamos hoy día.
También damos las gracias a los compañeros que se mantuvieron en contacto telefónico con nosotros, en particular al experto en apicultura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de julio de 2003