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ELECCIONES EN MÉXICO

El alcalde de la ciudad de México es la nueva estrella

La gestión del popular y populista alcalde de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, parece haber sido determinante en el crecimiento de su partido, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), una formación política de izquierda. "Amor con amor se paga", celebró el regidor.

Contrariamente, el mandato del presidente de México, Vicente Fox, perjudicó al suyo, el conservador Acción Nacional (PAN), según todos los análisis posteriores a las legislativas celebradas el pasado domingo.

El positivo efecto Fox de las elecciones generales de hace tres años se desvanece para ceder espacio al efecto López Obrador, que ambiciona la presidencia de México en el año 2006. "Yo no estuve en la elección, yo estaba trabajando para el país", declaró el jefe del Estado y del Gobierno en una entrevista con la cadena Televisa, desmarcándose de la derrota del PAN, cuyos dirigentes más conservadores, concretamente el coordinador de los senadores, Diego Fernández de Cevallos, no sintonizan con el perfil y algunas de las políticas del presidente.

"Ahorita, la tarea es trabajar para enfrentar los retos y lograr los consensos necesarios", declaró Fox. Los ciudadanos "quieren resultados constantes y sonantes para mejorar su calidad de vida".

Premio para el PRD

No pocos de los ciudadanos del Distrito Federal, que alberga a 20 millones de personas, y cuyo jefe, Andrés Manuel López Obrador, ostenta el segundo puesto político de México, perciben que ha mejorado la suya en la capital y premiaron al PRD. Este partido obtuvo la mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa de la ciudad, apartó al PAN de cuatro de sus seis distritos y ganó 14 de las 16 delegaciones políticas de la metrópoli.

La gigantesca ciudad, la más poblada del planeta, es gobernada por el PRD desde 1997. Primero, por Cuauhtémoc Cárdenas; después, por Rosario Robles, y ahora, por López Obrador, licenciado en Ciencias Políticas de 49 años, investido en diciembre del año 2000, coincidiendo con la asunción del cargo por Vicente Fox. Ha aplicado una astuta y meritoria política de construcciones públicas para mejorar el tráfico, destina a los ancianos y pensionistas ayudas en efectivo y redujo el robo de coches y el secuestro exprés, según las estadísticas de su gobierno.

Nuevamente, ayer eludió pronunciarse sobre sus aspiraciones presidenciales: "Sería desleal pensar en el año 2006", dijo. No piensa en otra cosa, admiten en privado algunos de sus colaboradores más cercanos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de julio de 2003