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"La Unión Europea se acerca al modelo británico"

Después de la crisis de Irak, la política europea fue el asunto que más preocupó a los presidentes de las comisiones parlamentarias de los Comunes. En sus respuestas, el primer ministro Tony Blair reiteró su decisión de no convocar un referéndum para ratificar la futura Constitución Europea, consideró que sería "una tragedia" que Gran Bretaña se aleje de Europa precisamente cuando la UE "se acerca al modelo británico" y reiteró su compromiso de poner en marcha las medidas que faciliten el ingreso en el euro.

Algunos diputados intentaron acorralar al primer ministro con la exigencia de que convoque un referéndum para ratificar la Constitución Europea alegando su importancia y que bastantes Estados han anunciado referendos. Pero Blair no dejó ni un milímetro de espacio a esa posibilidad. Se negó en redondo con el argumento ya conocido de que el nuevo tratado no supone un cambio de naturaleza constitucional en la relación entre Gran Bretaña y la Unión Europea y se acogió a la ratificación parlamentaria poniendo como ejemplo a los conservadores, que sancionaron, a través del Parlamento, la firma del Acta Única y la ratificación del Tratado de Maastricht.

Añadió un argumento político al sostener que tras la demanda de referéndum palpitaba el deseo de provocar una ruptura con la UE. Argumentó que la ampliación va a cambiar por completo la Unión Europea y precisamente hacia las posiciones británicas, más proamericanas en lo político y más reformistas en lo económico, por lo que "sería una tragedia que cuando la UE se mueve hacia la visión británica, Gran Bretaña se pusiera al margen de Europa".

Una Europa diferente

El primer ministro británico explicó que le bastó "media hora" para darse cuenta en el último Consejo Europeo de lo diferente que será una Europa de 25 Estados y que eso hace inevitable que el Colegio de Comisarios sea más reducido y compacto, aunque no haya un comisario por país y que el Consejo de ministros tenga una presidencia a tiempo completo. "Eso va en la dirección de la Europa de los Estados, no en la dirección de un Superestado europeo", aseveró.

Tony Blair ratificó su compromiso con el euro al reiterar su deseo de poner en marcha las medidas que permitan la integración de la libra en la moneda única. "En una Europa de 25 países, estar fuera del euro es un error", aseguró. "Las razones políticas para estar en el euro son abrumadoras, pero depende de que se cumplan los criterios económicos", proclamó.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de julio de 2003