Pakistán cerró ayer su Embajada en Kabul después de que algunos de los cerca de mil manifestantes que protestaban por la intromisión del vecino país en los asuntos internos de Afganistán entrasen en la sede diplomática y destrozaran ventanas, muebles y ordenadores. La tensión entre ambos se ha agravado en la última semana con varias escaramuzas de fuego cruzado a través de la frontera. El lunes, el presidente, Hamid Karzai, advirtió a Pakistán contra injerencias en los asuntos afganos. El embajador paquistaní, Rustam Sha Mohmand, indicó que la legación permanecerá cerrada hasta que "el Gobierno afgano pida disculpas, pague los daños ocasionados y garantice la seguridad". Mohmand se preguntó: "¿Dónde estaba el Gobierno afgano? ¿Dónde estaban las fuerzas de seguridad?".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de julio de 2003