Deseamos comunicar nuestra más profunda repulsa ante el hecho inadmisible que ha tenido lugar en el Congreso, cuando diputados del Partido Popular han llamado "maricón" y "homosexual" al coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. Si se supone que esos señores están ahí para velar por los intereses de la ciudadanía, malamente podrán hacerlo cuando su sentido del respeto al prójimo es absolutamente nulo.
Es bien conocida la homofobia del partido gobernante. Sin embargo, sus representantes deberían tener un poco de vergüenza y mostrar respeto hacia las ciudadanas y ciudadanos de este país que, independientemente de su orientación sexual, les han colocado en el puesto que ocupan. Semejante zafiedad es imperdonable e inadmisible en cargos públicos y, menos aún, en un entorno como el Congreso de los Diputados y en un debate sobre el estado de la nación.
Asimismo, mostramos nuestra profunda repulsa por los insultos -"
maricones"- que recibieron las personas que dirigieron y participaron en el Alarde mixto que se celebró el pasado 30 de junio en la localidad de Irún.
Queda patente que en este país el respeto es algo que no todo el mundo puede entender y practicar. Por eso debemos seguir denunciando estos ataques verbales y estas muestras de intolerancia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de julio de 2003