El ángulo tiene que rozar los 180 grados para que el espagat quede perfecto en el agua. Medidas difíciles de apreciar a primera vista para jueces o entrenadores; pero el ordenador dirá los grados exactos en los que la nadadora ejecuta la postura. El equipo español de natación sincronizada, aspirante a medalla en los Campeonatos del Mundo de Natación que empezarán el próximo sábado en Barcelona, se prepara desde hace cuatro años con un programa propio. El equipo incorpora habitualmente el vídeo en las sesiones de entrenamiento. Dos cámaras, una subacuática, recogen cada movimiento de las nadadoras, para que puedan ver sus fallos en un pequeño monitor de televisión a pie de piscina.
"La asistencia biomecánica se basa en el día a día, en entretenamientos, no en la competición. Es el grupo que usa más a menudo los sistemas de videografía. Luego trabajamos sobre lo que se ve en la imagen", explica Andreu Roig, biomecánico.
No todas las piscinas tienen ojos de buey. Pero las nadadoras del equipo español de natación sincronizada tienen una cámara subacuática que persigue sus movimientos bajo el agua.
Dos cámaras, una subacuática y otra exterior, recogen sus movimientos. La correcta sincronización de ambas imágenes permite relacionar lo que ocurre dentro y fuera del agua.
"Es un trabajo que realizamos desde hace unos años. Nos sirve para mejorar los movimientos debajo del agua que no son apreciables por los jueces. Hemos encontrado una aplicación muy directa. Ahora estamos trabajando con las acrobacias para saber dónde han de aplicar las fuerzas para poder lanzar lo más lejos posible", explica Anna Tarrés, seleccionadora estatal de natación sincronizada. Por pedir, que no quede. A Tarrés no le importaría tener una pantalla gigante en la piscina para que las nadadoras vieran los resultados.
Las deportistas pueden ver estas imágenes en un monitor, o bien saber después cuáles son las conclusiones de los estudios que se elaboran con el programa Twocamsdisplay, que se mejora día a día por el equipo de biomecánica. El programa permite, entre otras cosas, el visionado comparativo de dos imágenes y el cálculo de parámetros como las posiciones o las distancias.
El objetivo no es tanto la parte de cálculo, sino que las 10 chicas de sincro puedan corregir su técnica de forma rápida para así subirse al podio en Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de julio de 2003