El ángulo tiene que rozar los 180 grados para que el espagat quede perfecto en el agua. Medidas difíciles de apreciar a primera vista para jueces o entrenadores; pero el ordenador dirá los grados exactos en los que la nadadora ejecuta la postura. El equipo español de natación sincronizada, aspirante a medalla en los Campeonatos del Mundo de Natación que empezarán el próximo sábado en Barcelona, se prepara desde hace cuatro años con un programa propio. El equipo incorpora habitualmente el vídeo en las sesiones de entrenamiento. Dos cámaras, una subacuática, recogen cada movimiento de las nadadoras, para que puedan ver sus fallos en un pequeño monitor de televisión a pie de piscina.
"La asistencia biomecánica se basa en el día a día, en entretenamientos, no en la competición. Es el grupo que usa más a menudo los sistemas de videografía. Luego trabajamos sobre lo que se ve en la imagen", explica Andreu Roig, biomecánico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de julio de 2003