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Un fiscal marroquí pide la pena de muerte para varios islamistas radicales

La Fiscalía de Casablanca solicitó ayer la "pena máxima" contra 30 presuntos miembros del grupo integrista Salafia Jihadia, lo que conllevaría, según los abogados de la defensa, la pena de muerte para al menos una decena de los acusados. Según la acusación, los procesados están relacionados con los atentados suicidas del pasado 16 de mayo en Casablanca, aunque fueron detenidos antes de que se produjeran estos actos terroristas.

"Reclamo la máxima pena para los 30 imputados dado que estamos frente a una banda criminal que trata de desestabilizar Marruecos", señaló el fiscal ante el tribunal de apelaciones de Casablanca.

Aunque no se indicó cual era la pena reclamada para cada uno de los acusados, fuentes de la defensa señalaron a la agencia France Presse que se trata de una petición de condena a muerte para al menos once de los acusados, procesados por "homicidio voluntario", castigable en Marruecos con la pena capital. Los otros procesados están acusados de constitución de banda criminal y de diversas agresiones. Podrían sufrir importantes condenas a prisión.

De acuerdo a la fiscalía, durante el juicio ha quedado suficientemente probado que los acusados pretendía perpetrar atentados "contra bienes turísticos y judíos en Marruecos".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de julio de 2003