Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, en su primera visita oficial a Europa y a su llegada a Portugal, afirmó que "no es militarmente como acabaremos con el terrorismo", y pidió un nuevo modelo de desarrollo mundial que brinde una oportunidad a los países pobres para competir en un mercado globalizado. Sólo de esta forma, dice Lula, se podrá poner fin a los problemas de inseguridad mundial.
"Ésta es la lucha que debe implicar a todos los Gobiernos democráticos", manifestó el presidente brasileño tras una reunión con su homólogo portugués, Jorge Sampaio. "Tenemos la noción exacta de la importancia de Brasil en un mundo globalizado", subrayó Lula, para asegurar que está en Europa para dar cuenta de que su Gobierno está haciendo los "trabajos de casa". "Tenemos que consolidar el Mercosur, incluir a todos los países de América del Sur y darle una verdadera dimensión de bloque homogéneo para facilitar las negociaciones con la UE", dijo.
En cambio, el presidente brasileño pidió un lugar para los países emergentes en la economía de la era de la globalización. "Pero si esa oportunidad no es integrada en los acuerdos comerciales y de cooperación científica, estos países nunca saldrán de la pobreza", dijo.
Lula permanecerá siete días en Europa. El sábado concluirá su visita a Portugal y seguirá viaje a Londres para una reunión de trabajo con Tony Blair. El lunes llegará a España para una visita de dos días, durante los que se reunirá con el rey Juan Carlos y con el presidente del Gobierno, José María Aznar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de julio de 2003