El PSOE expresó ayer su rechazo al futuro anteproyecto de ley del trasvase del Ebro y denunció que dicho anteproyecto incumple las leyes del Plan Hidrológico Nacional, concretamente en lo relativo al Plan Integral de Protección del Delta del Ebro, previsto en la disposición final décima; al destino de las aguas trasvasadas (artículo 17) y a la explotación de los embalses de Mequinenza, Ribarroja y Flix, regulada en el artículo 16.
Cristina Narbona, secretaria de Medio Ambiente y Ordenación Territorial de la Ejecutiva Federal socialista, afirmó que el trasvase supondría un "despilfarro" energético que aumentaría el coste del agua hasta llegar a tarifas "imposibles de pagar" por los agricultores. Según sus cálculos, el precio medio por metro cúbico, estimado por el Gobierno en 0,31 euros, ascendería a 0,42 euros. El gasto energético, explicó, sería "igual que si desalara el total del agua" previsto en el trasvase.
También denunció la "insuficiencia" del Estudio de Impacto Ambiental y destacó la existencia de un convenio entre el CSIC y Trasagua, organismo adscrito al Ministerio de Medio Ambiente, del cual, según ella, "el Gobierno no ha incluido prácticamente nada" en el estudio, lo que ha sido negado por el ministerio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de julio de 2003