El ayatolá iraquí Mohamed Bager Hakim declaró ayer en Nayaf que la mayoría chií de Irak podría volverse en contra de las tropas anglo-estadounidenses en caso de que no recibiera una compensación política por los años de persecución que ha sufrido.
Hakim es el líder del Consejo Supremo para la Revolución Islámica (CSRI), un grupo que regresó de su exilio en Irán poco después de la caída de Sadam Husein y que pretende formar parte del gobierno provisional que debe ser nombrado en los próximos días.
El ayatolá rechazo, de momento, la idea de pronunciar un edicto religioso, o fatwa, llamando a la resistencia contra el ocupante anglo-norteamericano. Los chiíes representan el 65% de los 26 millones de iraquíes y se espera que ocupen el 50% de los puestos en el futuro gobierno. Hakim no tiene previsto participar en éste y ha dejado a su hermano, Abdul Aziz Hakim, que represente al CSRI.
"Si el pueblo pierde la paciencia, habrá una revuelta social", afirmó. "Las tropas anglo-estadounidenses han pasado de ser consideradas como liberadoras a ocupantes".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de julio de 2003