Recientemente han ampliado la zona de estacionamiento regulado a mi barrio, pero, por no se sabe qué razón, dos manzanas de la calle de Francisco Santos no han sido incluidas en dicha zona, estando sin embargo todas las calles colindantes incluidas y señalizadas. Por ello, a partir de julio será imposible aparcar en esas dos manzanas.
Pero eso no es lo peor: lo peor es que las personas que viven en las casas de esas manzanas no pueden tener distintivo de residente, por lo cual deberán aparcar en las plazas reservadas para los visitantes, pagando la tarifa horaria. ¿Muy cómodo, verdad, tener que salir de casa cada dos horas a cambiar el ticket, y además barato, no?
No me parece mal que se dejen zonas sin señalizar pero lo que me parece absolutamente indignante es que no se conceda distintivo (que se paga, naturalmente) a los residentes en esas calles. ¿Es que nos van a reservar una plaza para nuestro uso personal en las calles no señalizadas?
Me temo que no, pero recurriré cada multa que se me imponga por aparcar en mi zona de residencia mientras no se solucione el problema.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de julio de 2003