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Un delincuente muere por el disparo "accidental" de un agente

Amador L.G., una persona con amplios antecedentes policiales, murió ayer de un disparo realizado por un agente de la Policía Nacional. La pistola se le disparó "accidentalmente", según la versión facilitada ayer por la policía.

Amador L. G., de 33 años, y Francisco Javier E. I., de 35 años, circulaban en un Ford Orion muy despacio y con las luces apagadas por la calle de Romancero Gitano, en el distrito de Usera, según la policía.

Dos agentes del Cuerpo Nacional que en ese momento hacían la ronda en un coche patrulla vieron el vehículo y dieron el alto a sus ocupantes. El conductor aceleró, se subió a la acera y se dio a la fuga.

Los policías persiguieron a los sospechosos por varias calles de la zona hasta llegar al Camino Viejo de Villaverde. Allí el Ford Orion entró en un aparcamiento sin salida. Sus ocupantes se bajaron del coche y emprendieron la huida a la carrera en distinta dirección, seguidos cada uno de ellos por un agente.

Uno de los policías alcanzó a Amador. Según la versión del agente, el sospechoso se paró bruscamente, se giró e hizo ademán de sacar un arma de su cintura. El gesto de Amador le sorprendió. Entonces el policía se movió bruscamente y la pistola se disparó, afirman fuentes policiales.

La bala alcanzó a Amador en la cabeza, por lo que fue trasladado al hospital Clínico, donde falleció horas más tarde. Amador L.G, había sido detenido en 14 ocasiones por varios delitos de robo. Ayer llevaba un destornillador en la cintura. El hombre que acompañaba al fallecido, Francisco Javier E. I., fue arrestado.

Con esta muerte, la de la mujer de 64 años encontrada ayer en su domicilio atada de pies y manos y la de María M. S. a manos de su marido son ya 63 las muertes violentas ocurridas en la Comunidad de Madrid en lo que va de año.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de julio de 2003