En junio de 2001 me vi sorprendida por la notificación que enviaba mi entidad bancaria para avisarme de que me habían retenido la cantidad de 134.130 pesetas en concepto de embargo por parte del Ayuntamiento de Barcelona, según la diligencia que consta con el número 000024044424, y sin que el citado organismo me lo hubiera notificado previamente.
Hecha la oportuna averiguación ante el citado organismo, resulta que dicha deuda corresponde a una finca que no es de mi propiedad, por lo que efectué el correspondiente recurso de alzada el día 20 del mismo mes y año, o sea, en tiempo y forma. A pesar de las gestiones realizadas al respecto y después de más de dos años, el Ayuntamiento de Barcelona no sabe, no responde.
Una muestra más de que el Ayuntamiento no sólo no respeta nuestros derechos de ciudadanos, sino que aún nos tiene por vasallos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de julio de 2003