En la campaña electoral que hemos vivido recientemente en Madrid, el caballo de batalla de todos los grupos políticos que solicitaban nuestros votos era "la seguridad ciudadana"; desconozco con qué clasismo hubieran tratado este tema las candidatas del PSOE o de Izquierda Unida si hubieran conseguido la alcaldía; ahora, sí les puedo decir de qué forma lo está tratando el alcalde de Madrid. El señor Ruiz-Gallardón está demostrando que para él existen ciudadanos de primera y segunda clase, en el momento que permite que el ex alcalde, señor Álvarez del Manzano, que en la actualidad debiera ser un ciudadano más, disponga para su seguridad personal y de su familia de coche oficial, teléfonos móviles y de cinco policías municipales, acompañándoles todos los días del año, incluidos los desplazamientos fuera de Madrid.
Señor Ruiz-Gallardón, los madrileños, cuando salimos a la calle lo hacemos con miedo, miedo a que nos roben, miedo a que nos agredan, miedo a que nos maten; nos sentimos impotentes cuando requerimos los servicios de la policía y ésta no acude argumentando que no tienen efectivos. Usted prometió en su campaña que incorporaría paulatinamente 5.000 policías más a la calle; no sé si esto lo llevará a efecto, pero viendo cómo los está empleando, ¿llegaremos alguna vez los ciudadanos de segunda clase a sentirnos seguros?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de julio de 2003