Dicen que "Bancaja, le da muchas ventajas...". Será al fútbol, porque al Club de Jubilados Colomer Marco, de la Fundación Bancaja, no le da ninguna. En los locales del club, sitos en la calle de Historiador Diago de Valencia, llevamos meses reclamando que reparen el aire acondicionado y los aseos que están en malas condiciones. Todos los socios pagamos una cuota anual que no revierte en el buen funcionamiento de nuestra sede: la Fundación Bancaja se ha desentendido y ha delegado en una empresa que tampoco nos atiende. Aquí pintamos, jugamos al ajedrez, estudiamos idiomas, y tenemos la mejor orquesta de pulso y púa, con cantantes solistas y coro de Valencia, con premios que así lo acreditan. Y aunque tocamos con el escudo de la Fundación Bancaja, no hemos conseguido ni una de las subvenciones solicitadas para representar dignamente a la entidad.
Esta orquesta se compone de unas 50 personas, con otras tantas cuentas corrientes en oficinas de Bancaja. Al no recibir contestación a nuestras peticiones, nos vemos obligados a pensar en otra entidad social que pudiese patrocinarnos con alguna consideración, y sirva el presente escrito para solicitar el patrocinador que necesitamos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de julio de 2003