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OPINIÓN DEL LECTOR

Nueva estación de Renfe

¡Madrileños, la ciudad está en peligro, acudid a salvarla! Hace casi doscientos años un humilde alcalde de un pueblo de Madrid pronunciaba una frase parecida a esta, gracias a él, nuestro país se salvó de la rapiña y asolación de las hordas gabachas.

Yo no soy alcalde ni pretendo algo parecido, pero dejo ahí mi grito de emergencia ante el desaguisado que se nos viene encima. En mi opinión, nuestros políticos gobernantes, mostrando signos de una gran prepotencia, una falta enorme de sensibilidad y pasando totalmente de consultar a los ciudadanos, deciden por su cuenta y riesgo acometer la locura más grande jamás pensada.

Van a herir ni más ni menos que el corazón de nuestra ciudad. Esta ciudad entrañable que cada año visitan millones de personas. Concretamente van a reventar nuestra recientemente remozada Gran Vía y nuestra acogedora Puerta del Sol. El pretexto, construir una estación de cercanías a poca distancia de Atocha, de la plaza de España, Tribunal, Recoletos y Príncipe Pío.

Todos estos lugares tienen línea directa de Renfe o metro con Chamartín. La referida Príncipe Pío sube a Chamartín por partida doble, Renfe y metro, además cuenta con un ramal directo con Ópera que en tan sólo cinco minutos la comunica con el punto cero de nuestra geografía patria.

Como todo el mundo sabe, el popular "tubo de la risa" se puede duplicar perfectamente aprovechando las estaciones de Recoletos y Nuevos Ministerios. Creo recordar que la estación de Nuevos Ministerios la hicieron dotada con cuatro vías en previsión de una ampliación de estas características. El posible beneficio que tendremos los madrileños por semejante obra no compensa los cuatro o más años de atascos monstruosos y horripilantes que sufriremos.

Los referidos atascos serán mucho más fuertes que los que hemos tenido que soportar en estos dos últimos años, con el desmontaje del paso elevado y la posterior construcción del túnel de Santa María de la Cabeza. Durante el transcurso de estas obras se colapsó toda la ciudad y la M-30.

Hay que tener en cuenta la cantidad de coches que soporta la Gran Vía, lo turística que es y las importantes calles que en ella confluyen. Esta obra de faraones traerá la ruina a más comerciantes y pequeños empresarios de los que se imaginan y afectará al turismo de nuestra villa, y por supuesto será la puntilla para las 20.000 familias que vivimos del taxi, que como es lógico también tenemos derecho a una indemnización. ¡A lo mejor es que ustedes, gobernantes, piensan pagarnos de su bolsillo las hipotecas o alquileres de las viviendas de los pequeños comerciantes y taxistas, cuando por caos de tráfico producido nos quedemos sin clientes!

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de julio de 2003