En una especialidad de nuevo cuño, tan heterodoxa que lo une todo, el solo, el dúo y el equipo, la selección española de sincronizada aspira a medalla en la primera de las cuatro finales que le aguardan desde hoy hasta el próximo domingo. Se trata de la rutina libre combinada, o combo, como ha sido rebautizada.
Existe unanimidad entre quienes han visto los entrenamientos de la selección española en la espectacularidad y excelente ejecución del ejercicio, repleto de piruetas y acrobacias. La música que acompañará los movimientos de las nadadoras españolas será la pieza Barcelona interpretada por Freddy Mercury y Montserrat Caballé, mezclada con compases de The show must go on, de The Queen.
La final es directa y participan doce equipos, entre los que no estará Rusia, una de las grandes potencias de este deporte. La implantación del combo responde al deseo de la Federación Internacional de conferir mayor espectacularidad a la sincronizada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de julio de 2003