El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, defendió ayer ante el presidente del Gobierno, José María Aznar, su idea de una "España plural, unida y amable, frente a una España bronca y excluyente". En resumen, lo que él denominó espíritu de Toledo, en referencia a la presencia de varios ministros y del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en su toma de posesión la semana pasada en la capital castellano-manchega. Bono pidió que no se confunda esa cordialidad con "compadreo", y negó que Ruiz-Gallardón hubiera cometida allí alguna deslealtad con el PP.
Durante dos horas, Bono estuvo en el palacio de La Moncloa, en una entrevista con Aznar a la que también asistió el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas. La reunión fue "amable, larga y cordial" y no hubo reproches por la negativa hasta ahora de Aznar a reunirse con presidentes autonómicos socialistas. Bono manifestó a Aznar que sus ideas sobre "la vertebración de España" son "las mismas que defiende el PSOE".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de julio de 2003