Una fuerte tormenta de granizo cayó ayer en Bilbao en torno a las cuatro de la tarde. Súbitamente el cielo empezó a escupir bolas de hielo del tamaño de enormes canicas. Las calles, incluso las más concurridas como la Gran Vía (en la fotografía) se vaciaron. Los paseantes corrieron a refugiarse donde pudieron. También granizó en San Sebastián aunque con menor intensidad. Estas tormentas son las primeras de un verano marcado por el bochorno. Los cielos estarán hoy cubiertos, según el pronóstico meteorológico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de julio de 2003