Mucho se habla y con razón del acoso moral en el trabajo y de la dramática violencia de género, pero poco o nada del acoso moral dentro de la familia.
Por lo general este acoso lo padecen los miembros más indefensos y sensibles de algunas familias, por parte de los más canallas, porque les gusta abusar del más débil, y les hacen la vida imposible con humillaciones y chantajes sentimentales..
Al contrario de lo que suele pasar en el acoso laboral, en el que la víctima es marginada por todos, incluso por los compañero más cercanos, por miedo a sufrir represalias por parte de los propios jefes que promueven este injusto aislamiento, en el acoso familiar la víctima es ayudada y recibe el apoyo del resto de los miembros de la familia que ven la injusticia. Pero a la persona acosadora se le intenta sutilmente ignorar y no tener en cuenta, para no quebrar más la correcta armonía que existía en la vida familiar, hasta la aparición de estos despreciables personajes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de julio de 2003