El Tribunal Supremo ha anulado la sentencia de la Audiencia de Vizcaya que absolvió a R. G. J. de un delito de tráfico de drogas por vender una papelina de heroína. El Supremo le condena ahora a tres años de cárcel por haber vendido 0,14 gramos de heroína de una pureza del 23,6% a cambio de mil pesetas.
El alto tribunal sostiene que, aunque la cantidad de heroína vendida sea mínima, puede causar grave daño para la salud. El Supremo ha estimado el recurso de la Fiscalía y su tesis de que constituye un delito contra la salud pública.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de julio de 2003