Imágenes de un mito

Las Brigadas Internacionales son uno de los protagonistas históricos del siglo XX con mayor carga polémica. Último exponente del internacionalismo heredado de las luchas de liberación romántica para unos, instrumento criminal de la política de Stalin para otros, las Brigadas Internacionales siguen presentes en la memoria colectiva de los españoles, conforme quedó de manifiesto en las multitudinarias ceremonias conmemorativas de 1996. La verdad histórica ha podido restablecerse en buena medida desde que hace 11 años tuviera lugar la apertura parcial de los archivos de la Internacional Comunista en Moscú, y fruto de ello fue el libro de uno de los autores del que ahora comentamos, Rémi Skoutelsky, Et l'espoir guidait leur pas, aunque tampoco faltan los que como César Vidal proclamaron haber acabado con el mito, en el libro publicado sobre las Brigadas en Espasa Calpe, limitándose a repetir la versión tradicional "contra" sin asomarse a los fondos de la Komintern en Moscú.

Tal vez por esa paradójica situación de que el tema sea de gran interés para los españoles y la bibliografía en nuestro idioma no responda a esa demanda, hubiera sido útil que aun sin pretender escribir una historia de la Brigadas Internacionales, una introducción a cargo de Skoutelsky aclarase los rasgos más destacados: el papel de la Komintern en su gestación y desarrollo, el grado de pluralismo en la composición, la represión interna, su peso real en el curso de la guerra. Skoutelsky y Lefebvre han realizado un espléndido trabajo, concerniente tanto a la intrahistoria de las Brigadas como a la historia de la fotografía de guerra que alcanza en el conflicto español un alto grado de modernidad. Recuperamos así a los protagonistas del episodio, tanto a los brigadistas como a quienes les retrataron, gracias a una impresionante labor de búsqueda. Apenas queda desenfocado el papel del anarquismo, mayoritariamente opuesto desde el principio a las Brigadas, por razones comprensibles, y faltan episodios simbólicos necesarios para entender el puesto de las Brigadas en la propaganda comunista, tales como el culto a Hans Beimler. El conjunto es, en todo caso, un brillante calidoscopio donde el mito se fragmenta en un cúmulo de imágenes históricas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de julio de 2003