El Ayuntamiento de Castelldefels se opone a que los aviones despeguen en línea recta hacia el municipio cuando entre en funcionamiento la tercera pista del aeropuerto de Barcelona, en el verano de 2004. La comisión de seguimiento ambiental aprobó la semana pasada que los aterrizajes se realicen por el este, por encima de la Zona Franca, y los despegues hacia el oeste, de modo que los vecinos del barrio de Gavà Mar no sufran molestias por el ruido de los aviones.
Sin embargo, con la nueva ruta las aeronaves pasarán por encima del Canal Olímpico y la Universidad Politécnica. Según el alcalde de Castelldefels, Antoni Padilla, esto no sólo puede afectar a los vecinos, sino que "los aviones podrían emitir más ruido del que aguantan muchos instrumentos delicados que hay en la universidad".
AENA alega que los aviones sobrevolarán Castelldefels a unos 1.000 metros de altura, de modo que no habrá impacto alguno. Según la ruta aprobada, la pista actual quedará prácticamente fuera de servicio, de modo que se conseguirá poner fin al fuerte ruido sobre el núcleo urbano de El Prat por el constante paso de los aviones por el municipio. Padilla reconoce que la actual configuración mejora propuestas anteriores, aunque exigirá que se tomen todas las medidas necesarias para que el impacto sea nulo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de julio de 2003