El presidente de la Comisión Europea (CE), Romano Prodi, afirmó ayer ante el canciller alemán, Gerhard Schröder, que se hace cargo de la "difícil" situación económica de Alemania y se declaró a favor de interpretar "con cierta flexibilidad el Pacto de Estabilidad".
Tras una reunión con Prodi en Berlín, que culminó con un largo paseo turístico entre multitudes por el centro histórico de la capital, Schröder explicó a la prensa que el presidente de la CE y él habían estado de acuerdo sobre la "necesidad de preservar los criterios del Pacto" pero aplicándolos con flexibilidad. Prodi abundó en el mismo sentido diciendo que el pacto no se puede "ni congelar, ni suspender", pero, añadió, "debemos interpretarlo con cierta flexibilidad".
Previamente, el canciller había desmentido categóricamente informaciones de prensa según las cuales Prodi tenía intención de amenazar a Alemania con sanciones si seguía sin cumplir los criterios del Pacto de Estabilidad, que limita al 3% el déficit permitido dentro de la zona euro. Alemania incumplió en 2002 estos criterios y lo mismo debería ocurrir este año, aunque el Gobierno alemán espera volver a un déficit inferior al 3% en 2004, por sus reformas para reactivar la economía.
"Estamos haciendo cuanto es posible para lograr estar el próximo año por debajo del 3%", señaló el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, tras una reunión con sus homólogos francés, Francis Mer, y polaco, Andrzej Raczko.
Por otra parte, la comisaria de Asuntos Sociales, Anna Diamantopoulou, criticó ayer en Bruselas el informe encargado por Prodi a un grupo de expertos, porque no tiene en cuenta la cohesión social.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de julio de 2003