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Crónica:ATLETISMO | Reunión de Madrid

Muchos nombres, demasiadas bajas

Reunión de lujo sobre el papel, pero un cierto regusto de decepción al final. Un resumen un tanto triste para tanto esfuerzo e inversión como se quiso hacer ayer en la reunión de Madrid en el estadio de la Peineta. La conquista de un puesto en el circuito del Super Grand Prix, la segunda división del atletismo de reuniones tras la Liga de Oro, a la que se aspira, no ha sido en buen momento. Para empezar, la temporada de muchos atletas está fundamentalmente enfocada a los Mundiales de París, en agosto. Después, o quizá por eso, para evitar lesiones o no perder la moral con derrotas en vísperas, las bajas fueron muchas. Demasiadas.

Faltaron atletas emblemáticos y el ejemplo más elocuente fue el de Hicham el Guerruj, en 1.500, que sí estuvo en la anterior de Gateshead (Reino Unido), del mismo circuito. Allí tuvo problemas para imponer su habitual ley ante el keniano Paul Korir -apenas le ganó por 20 centésimas- y se ha retirado a sus cuarteles de Marruecos para no perder puntos con una derrota inesperada en su palmarés. Pero también hubo bajas por lesiones o enfermedades, como Antonio Reina, Mayte Martínez, Reyes Estévez...

Tuvo que ser la incombustible María Mutola la que salvara en los 800 metros, junto a los 5,93 metros que saltó el israelí Alexander Averbukh en pértiga, el nivel de marcas. A la mozambiqueña no parece afectarle esfuerzo alguno. Sólo ella, junto a la velocista de Bahamas, Chandra Sturrup, sigue en la lucha por el millón de dólares en la Liga de Oro tras ganar todas las carreras disputadas. Ayer, la liebre familiar, su prima Tina Paulino, le marcó un paso de 55,97s en los primeros 400 metros y ella, prácticamente en solitario, clavó ese tiempo en los segundos. El 1m 55,55s es el mejor registro mundial del año y de hace tres. Esta vez vino a hacer marca, sin tener que pelear con la eslovena Yolanda Ceplak, por ejemplo.

Manuel Martínez rozó sólo los 21 metros, 20,96, pero se tomó la revancha de su derrota en Salamanca tres días antes, ante los estadounidenses Chris Cantwell y Kevin Toth. Yago Lamela, en cambio, no sólo perdió con sus escasos 8,09 metros con el estadounidense Savante Strinfellow, 8,13, sino también con el cubano Joan Lino, 8,20. Juan Carlos Higuero aprovechó el desierto del kilómetro y medio para hacer 3m 34,54s. y Wilson Kipketer dio pena al no poder con los surafricanos Mulaudzi y Sepeng en los 800. Tal vez otro ejemplo elocuente de que había poco nuevo que ofrecer fue el triunfo del veteranísimo namibio Frankie Fredericks en los 200 metros, con 20,24s. Todavía.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de julio de 2003