Luis Daniel Izpizua (Zumaia, 1948) publica su primera novela en castellano, Sacca della Misericordia, en la editorial Hiria de San Sebastián. Tras haber dado a conocer una novela y un libro de relatos en euskara: Rosamunda, e Izuztarri (ambos en la Primitiva Casa Baroja), y otro libro de relatos más en castellano, Con mis amigos, aborda ahora la narración de larga duración.
Siguiendo con alguno de los ejes que vertebran su narrativa, el elemento autobiográfico, la importancia del presente en la configuración de las claves narrativas, la importancia de la amistad, Sacca della Misericordia se convierte en una larga conversación entre dos amigos que han tomado opciones vitales distintas: uno de ellos, Francisco, se ha exiliado voluntariamente a Venecia, aunque lo suyo no sea un exilio propiamente dicho, sino un transterramiento que mantiene viva su conciencia de escritor; el otro, Imanol ha ido a visitarlo por unos días que se alargan hasta un mes, estancia y momento dorado que interrumpe tras el asesinato de Miguel Angel Blanco, para volver al País Vasco y participar en su angustiosa historia.
El relato de este encuentro de los dos amigos, enmarcado en la belleza infinita y decadente de Venecia se contrasta, alternándose los capítulos, con la relación introspectiva, realizada algunos años más tarde, y la transcripción del diario de Francisco. Dos ecos que se superponen, pero dos voces que se dirigen hacia el mismo objetivo una meditación sobre algunos temas generacionales: la importancia del amor y la amistad, la reflexión sobre la situación histórica del País Vasco, la rememoración del pasado, la meditación sobre la existencia.
Izpizua ha novelado la crónica de un sentido de la vida. La reflexión con la que se abre el libro: "Pueda que existen dos clases de personas, las que viven con el tiempo marcado y las que viven en la deriva del tiempo", se amplifica al terminar la narración. Novela sobre la memoria, de creación de la memoria, la sutileza del proceso psicológico funda la base sobre la que se escribe el texto.
Quizás el ámbito cerrado en el que se mueven los personajes, con pequeñas alusiones al pasado y con la incorporación de personajes femeninos que dejan un poso melancólico, hace que el ritmo del relato se parezca al ritmo del tiempo que se supone que sucede en Venecia: un tiempo de la nostalgia, del agua estancada, del ritmo de la belleza y de la lentitud sutil.
Luis Daniel Izpizua: Sacca de la Misericordia. Hiria. San seabstián, 2003, 304 páginas, 18 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de julio de 2003