La BBC, la corporación pública de radio y televisión británica, se colocó ayer en el centro de la crisis política que vive el Reino Unido tras admitir que el científico David Kelly, asesor del Ministerio de Defensa, había sido su fuente principal en la divulgación de que el Gobierno había exagerado los informes sobre el peligro que representaba Irak.
El cadáver de David Kelly fue hallado el pasado viernes en un bosque de Oxfordshire, a ocho kilómetros del domicilio del experto en armas, que había comparecido el pasado martes ante el Comité de Exteriores del Parlamento británico. Diputados y amigos del científico acusaron ayer a la BBC de haber manipulado las informaciones que Kelly facilitó al periodista Andrew Gilligan en el sentido de que el Gobierno había convertido en más convincentes los argumentos para atacar y ocupar Irak. Desde Seúl, donde el primer ministro recaló ayer dentro de su gira por Asia, Blair manifestó que no tiene intención de dimitir ni de convocar al Parlamento por el caso Kelly. "En este oficio, hay que tener las espaldas muy anchas; y yo las tengo", concluyó Blair.
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Los ataques de la guerrilla se intensificaron ayer en Irak donde un trabajador de una agencia de la ONU y dos soldados de EE UU resultaron muertos en Hilla y cerca de Mosul, respectivamente. El administrador estadounidense en Irak, Paul Bremer, manifestó ayer en Washington que Sadam Husein sigue vivo y que probablemente se esconde en el país, donde las protestas contra la ocupación se suceden. Decenas de miles de personas, chíies en su mayoría, se manifestaron ayer en Nayaf en contra de la ocupación de Estados Unidos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de julio de 2003