Cada vez resulta más complicado conciliar la vida familiar y la laboral. Un estudio elaborado por el Departamento de Bienestar y Familia y el Instituto de Estudios Superiores de Empresa de la Universidad de Navarra (IESE) revela que en el 32% de las familias trabajan ambos progenitores. El 41% de quienes se encuentran en esta situación padece estrés al verse imposibilitado de conjugar equilibradamente su desarrollo profesional y el cuidado familiar.
Otro de los resultados del análisis, titulado Dos profesiones y una familia y elaborado a partir de una encuesta a 506 familias en las que los progenitores trabajan fuera de casa, es que el 60% considera que las ayudas familiares que proporciona la Generalitat no son suficientes.
Este escaso apoyo de la Administración catalana a las familias ya apareció el lunes pasado en otro estudio, en este caso del Consejo de Trabajo Económico y Social, que concluía que en el periodo 1991-1999 Cataluña estaba casi en la cola de Europa en cuanto al dinero destinado a protección social. Esta insuficiente red social era una de las causas, junto con la precariedad laboral, de que el índice de natalidad catalán sea de los más bajos del mundo, concluía el estudio. No obstante, para Irene Rigau, consejera de Bienestar y Familia, los datos del Consejo de Trabajo Económico y Social "se presentaron a partir de una valoración segmentada". Rigau añadió que en los últimos años la Administración catalana ha hecho un esfuerzo en este sentido, y que son las empresas las que también deben diseñar programas de apoyo familiar para sus empleados. Para los encuestados, la dificultad de conciliar el horario escolar y el laboral es la principal causa de conflicto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de julio de 2003